La capacidad racional del ser humano y la necesidad de ir siempre más allá de lo que encontramos, nos ha llevado a poder fundamentar nuestra existencia formal y material por medio de ecuaciones lógicas que no permiten la mínima desviación del entendimiento.
Sin embargo es la misma capacidad racional lo que nos empujó a no conformarnos con el simple hecho de sabernos existentes, si no a también preguntarnos ¿por qué? Y al no tener una fórmula exacta acudimos a indagar sobre las posibilidades y pisar sobre terrenos inestables.
Así es como la capacidad mental que en algún momento nos orilló al discernimiento de los sistemas orgánicos que nos rigen, ahora crea otros sistemas que explican por qué sucedemos, al mismo tiempo que esconde la lógica sistemática. Acaso podemos juzgar lo anterior como una especie de aliciente que esconde nuestra metódica y fugaz existencia y nos hace sentir cómodos en un idílico entorno.
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1 comentario:
Inclusión; espero la vida me incluya alguna vez en sus fantásticos proyectos.
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