La idea de presentar acciones cotidianas como obra, ha sido un pretexto recurrente en el llamado arte contemporáneo.
En este caso planteamos una triada formada por objetos ordinarios que en conjunto comulgan con un patrón estético. Tenemos la suciedad y el caos hecho por el esparcimiento de ceniza y la sobriedad de un objeto como lo es la aspiradora. A su vez, el intermedio de estas características “un estampado en la pared” que acentúa la relación entre los objetos presentados.
No obstante la pieza funciona como el registro de una acción planteada:
“Una persona (mujer estereotipadamente hablando) que se encarga de limpiar el espacio de la galería dicho acto desata directamente nuestra relación con los objetos cotidianos y el como estos nos facilitan la existencia y mediante la monotonía de nuestra convivencia nos distraen del ciclo predeterminado y sintetizado;
NACER Y MORIR.
